El diseñador alicantino (Pinoso, Alicante, 1954), padre y motor de la identidad de la Movida e impulsor de la moda española tras la Transición, participa tejiendo una sombrilla de plásticos reutilizados junto a los vecinos de Valverde de La Vera en el proyecto Tejiendo La Calle de 2022, que cumple diez años y se inaugura el próximo 30 de julio.
Galardonado con el Premio Nacional de Diseño 2021, Alvarado niega su intención reivindicativa y rechaza las etiquetas que se le atribuyen por su importante trabajo como diseñador de moda en los años posteriores a la Transición. Sus creaciones, que destacan por su sostenibilidad y no regirse por los tópicos de género, los han vestido artistas como Alaska, Ana Torroja o los protagonistas de las primeras películas de Almodóvar. Ahora recupera el valor de la sostenibilidad en el proyecto de la arquitecta Marina Fernández Ramos, Tejiendo La Calle, que conoció a través de los propietarios de la casa rural Lanzaroco y para el que está tejiendo un parasol de materiales reciclados con la que espera, además de aportar su granito de arena a la belleza del pueblo, “paliar la solanera de agosto, que no es poca”.
¿Cómo entra en contacto un diseñador alicantino con la comarca de La Vera?
Más o menos allá por el 2006 una pareja de amigos extremeños me hablaba maravillas de La Vera. Además, disponían de una casa en Valverde y recuerdo un verano que fuimos a pasar unos días, lo primero que me atrapo fue su arquitectura, sus calles con el sonido de las regueras… todo aquello me trasladó a los sonidos de las acequias bajo los árboles de subida a la Alhambra. Realmente poco a poco fui sabiendo de amigxs de Madrid que tenían casas por La Vera y también despertando mi curiosidad por recorrer la zona y disfrutarla.
¿Pasa mucho tiempo en Valverde? ¿Podría mencionarnos algunos de sus sitios favoritos de la zona?
Bastante menos del que me gustaría, pero en algún momento me he planteado como utopía instalarme por allí. Nombrar exclusivamente algo es bastante difícil, pues dar paseos por esos caminos llenos de higueras, meterse en los bosques, escuchar los arroyos y las chicharras en verano es tan idílico, me encanta. Sin duda alguna cuando trepaba a mis anchas por los riscos de las gargantas, con baño final en plena naturaleza, eso no tiene precio.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido descubrir de la zona a medida que lo ha ido conociendo mejor? Absolutamente su gastronomía. Por básica, por equilibrada, por los buenos productos. Y ya no hablo de los quesos, que me tienen loco todos, me da igual de qué zona de Extremadura, pero son escandalosos. No me quiero olvidar del carácter de sus gentes, donde la impostura la desconocen y es su mayor tesoro, a pesar de que no suelen aparentarlo a primera vista o trato.
¿Cómo conoció el proyecto de Tejiendo la Calle y qué le animó a participar? Me fueron hablando y mostrando fotos mis amigos de Lanzaroco (Joel y Bartolo) hace unos tres o cuatro años atrás, cuando todavía andaban ellos con las obras de la casa rural, y me gusto bastante el proyecto. Lo que me animó creo que fue un acto de inconsciencia mía. Creo que un día sentando en la plaza de Valverde con ellos, con Marina y con Esperanza, la alcaldesa, alguna cosa comenté que al cabo de los meses me lo propusieron, y yo dije que sí encantado. Luego me he dado cuenta de que me había metido en un berenjenal tremendo. Más en estos momentos previos a la exposición antológica que me dedica el Ministerio de Cultura con el Museo del Traje. Pero no es la primera vez que me ocurre y espero que les guste y lo disfruten como yo lo he hecho realizándolo.
¿Qué es exactamente Tejiendo la Calle? Parece ser que es una manera de ornamentar las calles de Valverde con toda la participación ciudadana posible. También se utiliza material reciclado y absolutamente artesanal. Y digo yo que también servirá para paliar la solanera de agosto, que no es poca.
¿Cuándo y dónde se hará la muestra de su obra? La presentación es el día 30 de Julio a las ocho de la tarde. La instalación la he realizado para la calle/plazoleta medio triangular de la puerta de la Casa Rural Lanzaroco, pues ya tengo allí algunas cositas realizadas un año atrás y esto es un añadido, más efímero, pero que en fondo todo es para atenuar estos calores.
Ahora que ya se ha bajado de la pasarela, ¿de qué forma continúa participando en la moda española?
Lo sigo como mero espectador, y cada vez soy más selectivo. Siempre he estado y estaré para dar buenos consejos ante el desconocimiento de la gente que empieza en el sector, pero fuera de eso solo comparto mis vivencias y desarrollo de mi carrera en conferencias.
A finales del pasado año recibió el Premio Nacional de Diseño por su aportación a las temáticas sociales como la identidad y la sostenibilidad, ¿hay algo que siga queriendo reivindicar a través de su trabajo? ¿Cómo lo manifiesta?
No creo que fuese intencionado por mi parte, y menos reivindicativo. Todo lo hice sin etiquetas ni exigencias de nadie, todo eso formaba parte de mi vida, y como tal…la expresaba en mis colecciones.
Si tuviese que adivinar, ¿cómo imagina el futuro de la industria en España? ¿Qué dirección le gustaría que tomase? Ni la industria española ni los gobiernos han estado en la parrilla de salida para llevar a cabo esa fusión que dé prestigio a nuestros diseños, nuestra mano de obra artesana y nuestro buen hacer. Y valores no faltan en este país.
¿Puede contarnos algún otro proyecto en el que esté trabajando actualmente?
En la selección para la exposición y libro/catalogo “Antonio Alvarado Baja Costura”, de más de 500 piezas con mucha historia detrás de ellas, que abarcan mi trayectoria desde 1983 hasta 2013 más o menos que, por suerte y gracias a más de 40 prestadores, han guardado como oro en paño todos esos años. Así que espero llegar a todo y que me pille confesado.
Maia Hoetink es Directora de Producción de Moda en las revistas SModa y El País Semanal del Grupo Prisa.