El director de cine Luis Guridi (Madrid, 1958), conocido por el programa Cámera café o el largometraje Justino, un asesino de la tercera edad, por el que ganó el Goya de dirección novel junto a Saturnino García, descubrió La Vera por amor. “Mi mujer, Marisol, tenía casa en Pasarón de La Vera porque su padre nació allí. Yo nunca hubiese ido a Extremadura por los prejuicios que tengo. Pensaba que era un secarral, de Santos Inocentes, no se me había perdido nada allí. Ella me insistía en ir a ver la casa de sus padres y yo fui por ella. Me quedé flipando, sin entender cómo podía ser que eso estuviese allí y solo a dos horas de Madrid. Me enamoré de toda La Vera y nos metimos a arreglar la casa. Una vez ahí, empecé a intentar ayudar a que se frenase la despoblación”, rememora Guridi sobre los comienzos de su acercamiento a La Vera, hace ya más de veinte años. Desde entonces, este vecino de Pasarón, que se define a sí mismo como una “olla exprés” de ideas, no ha parado de trabajar en distintos proyectos con la intención de impulsar el turismo sostenible de la zona.
El turismo se tiene que monetizar, hay que hacer cosas que den trabajo, especialmente a las mujeres, que son las primeras que se van a ir.»
Su experiencia y pasión por el mundo de la comunicación ha sido una gran ventaja a la hora de prestar ayuda y generar ideas. Sin embargo, acostumbrado a la forma de pensar y trabajar de la capital, el choque con el ritmo y la mentalidad local ha exigido cierta adaptación. “Mi pueblo, Pasarón de La Vera, tiene la maravilla -que no se encuentra en otro sitio- que es que no te quieren vender nada. Nadie hace el negocio para querer venderte nada. Casi al contario: tienen una idea del turismo que es de regalar cosas” afirma con humor, aunque con cierta frustración. “Pero el turismo se tiene que monetizar, hay que hacer cosas que den trabajo, especialmente a las mujeres, que son las primeras que se van a ir. Hay que hacer un producto que beneficie y que genere subproductos que crean riqueza y tengan salida económica. Si un turista llega al pueblo, se hace unas fotos, come unas migas gratis y se marcha… ¡no tiene sentido! Hay que separar la cultura de pueblo, las fiestas locales, de la industria turística”, asegura con determinación. Pero ¿por dónde empezar? Guridi descubrió muy pronto que la geolocalización de Pasarón no lo favorecía. Situado en el extremo de La Vera, su distancia de Madrid implica que muchos visitantes o curiosos de la zona no llegan a conocerlo. “Lo primero que había que hacer era colocarlo en el mapa y me reuní con el Ayuntamiento para ver qué se podía ofrecer. ¿Qué hay allí?”, se preguntaba en búsqueda de un activo atractivo a partir del cual generar un interés turístico. Para su asombro, descubrió que la iglesia, un impresionante edificio del siglo XVI con un órgano barroco en su interior, se encontraba cerrado al público. Lo mismo ocurría con el palacio de los Duques de Osorno, otro edificio repleto de historia que sigue en propiedad privada.
Fue la misma leyenda que rodeaba al palacio lo que le hizo encender la bombilla: la leyenda de la Magdalena. La casa estaba repleta de nobles que acompañaban al Emperador Carlos V, retirado en el monasterio del vecino Cuacos de Yuste los últimos años de su vida. “Quise montar una marca romántica para Pasarón, presentarlo a la prensa y poner en marcha la obra de teatro. Pero justo llegó la pandemia. Hicimos un crowdfunding que salió genial para publicar el libro, pero se ha tenido que quedar allí así que hemos perdido todo el fuelle”, lamenta Guridi. La leyenda narra la historia de la joven Magdalena, que se enamora del Jeromín sin saber que se trata de Juan de Austria. Su familia, temerosa de que pierda su honra, la encierra en la nevera del palacio para que Jeromín no escuche sus gritos cuando salga a buscarla. El director, tras varios años de investigación, descubre que Magdalena fue, efectivamente, un personaje histórico que llegó a la familia de los Condes de Osorno por lazos no sanguíneos.
“Hemos construido una comedia de enredo a partir de ahí, en verso, en una obra de teatro con un grupo de escritores que yo conozco. La obra se llama La Leyenda de Magdalena de Pasarón de La Vera”, cuenta con entusiasmo. Ahora busca la forma de financiar la representación y de unirlo a las rutas europeas de Carlos V para atraer inversión extranjera. “Es un bien cultural intangible y queremos que la representación sea en la misma plaza donde debió ocurrir todo, pero es difícil de exportar una obra en verso. He propuesto encontrar la manera de hacer una grabación de 180º y subtitularlo, para que se pueda ver la obra en cualquier lugar de una forma inmersiva”, explica Guridi.
Por si montar una obra de teatro y una marca turística totalmente nueva para Pasarón que exportar no solo a Madrid y las grandes ciudades españolas, sino a toda Europa, fuera poco, Guridi se ha adentrado en un nuevo proyecto más conectado a la oferta verde y natural de La Vera: La ruta GR111. “Muchos de los senderos que propondremos de fin de semana o temáticas tienen que ver con los restos Vettones que hay en la zona”, afirma Guridi, que estudió el origen bretón de la población local, originarios del norte de España y puso en marcha este proyecto junto con la directora de la Mancomunidad. Los senderos siguen la ruta original de la población bretona a su llegada a La Vera. “Le cambiamos el nombre a algo más comercial, Camino de La Vera (caminodelavera.com).
La maravilla de esta iniciativa es que abarcará todo: rutas de Carlos V, rutas comerciales, rutas de las aguas… El resultado es un producto verde y sostenible que engloba a toda La Vera y que físicamente une los pueblos”, señala el director, que no ha dejado de percibir la diferenciación y desconexión a la que tienden los distintos pueblos de la zona. La oferta irá de 20 a 40 senderos temáticos distintos, de distintas longitudes, paisajes y niveles, que atraerán la atención de los amantes de la naturaleza y el senderismo y ofrecerán una alternativa más cercana y cómoda al Camino de Santiago. Tras dos años, el proyecto está comenzando a ver la luz y fue presentado en Fitur de 2022, mientras que el lanzamiento definitivo de los contenidos de la página web tendrá lugar en breve. La idea final es crear una marca propia con una adecuada señalización en cada sendero, e involucrar a cada Ayuntamiento por el que pasan las rutas para que aporten su oferta cultural, histórica y gastronómica.
¿Y después? Los sueños y proyectos de Luis Guridi no podían abandonar su carácter cinematográfico. “El proyecto que más ilusión me hace es el de cine. Una de las cosas que pensé que sería buenísimo para la zona es hacer una película”, anuncia con los ojos brillantes. “Quiero romper ese prejuicio que tenía yo y que tiene otra gente de que aquí no hay nada. No quiero pintar el pueblo de Los Santos Inocentes, sino hacer una representación más real de cómo están ahora los pueblos”, afirma. Habrá que mantenerse al tanto de los próximos estrenos, La Vera será protagonista de la siguiente obra de este director galardonado que con tanta entrega ha trabajado por la prosperidad de los pueblos veratos.