Veintiséis olivos: el Cementerio Alemán de Yuste.

Autor María García Morales

En la ladera de la sierra de Gredos, veintiséis olivos cobijan con su sombra una formación de cruces grisáceas exactamente iguales y milimétricamente alineadas. Como un desafío al olvido, este lugar misterioso, recuerda las guerras y el momento trágico en el que perdieron la vida los soldados alemanes que aquí yacen enterrados.

En el camino que conduce al Monasterio de Yuste (Cáceres), donde decidió pasar sus últimos días el emperador Carlos V, se esconde el llamado ‘Deutscher Soldatenfriedhof’ o el cementerio alemán, para muchos totalmente desconocido. Un paraje solitario, entre decadente y romántico, donde reposan 28 soldados de la Primera Guerra Mundial y 154 de la Segunda Guerra Mundial que fueron encontrados en territorio español. 

La proximidad de la Península Ibérica a los países que se vieron envueltos en estas dos grandes contiendas favoreció el que a las costas llegaran, arrastrados por las aguas, militares alemanes heridos y fallecidos procedentes de diversos naufragios. En el interior cayeron también tripulaciones de aviones alcanzados y derribados. Tal y como indica una placa a la entrada del cementerio: “sus tumbas estaban repartidas por toda España, allí donde el mar los arrojó a tierra, donde cayeron sus aviones o donde murieron”. 

En 1980 el gobierno alemán, a través del Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge (organismo encargado de velar por los cementerios alemanes), decidió reunirlos en esta última morada, inaugurada oficialmente en 1983 con la asistencia de representantes de la Embajada Alemana, autoridades españolas y familiares llegados desde Alemania.

En cada una de las cruces figura el nombre del soldado, su categoría militar, así como su fecha de nacimiento y muerte. Sin embargo, no todos los cuerpos lograron ser identificados y por ello en ocho cruces se puede leer la inscripción ‘Ein Unbekannter Deutscher Soldat’ (Un soldado alemán desconocido).

Este misterioso camposanto, que invita al silencio y al recogimiento, ha servido como fuente de inspiración a un grupo de escritores de la zona, que publicó ‘‘Veintiséis olivos’, un libro de relatos de ficción en torno a este tema. 

En el volumen han participado trece autores o “entrañables locos”, como ellos mismos se denominan, que han trabajado juntos en talleres literarios. Pese a que se trata de pura ficción literaria, muchos de los relatos están documentados. En sus páginas se entremezclan personajes procedentes de Alemania y España, que por una u otra razón se cruzan en el camino en torno al cementerio de Yuste. La literatura hace posible encuentros en el tiempo imposibles. 

//Flora, de madre alemana y padre extremeño, ajena a las burlas, cuida junto a su perro Kaiser la tumba de un soldado que probablemente nunca conoció. Un grupo de profesores y alumnos españoles y austriacos, participantes en un proyecto Comenius de intercambio, visitan el recinto. Herbert, el pionero del botellón, casado con Carmen, hija de un emigrante español en Alemania, llega con su Volkswagen hasta Cuacos de Yuste, donde están enterrados sus compañeros del U-77, un submarino que naufragó en el Mediterráneo.

“Narran historias que pudieron pasar o no y en las que, casi como siempre, la realidad superaría a la ficción” comenta Guadalupe M. Casas, una de las autoras. Martin, un personaje de su relato, es un científico norteamericano de origen alemán, que acude a la inauguración oficial del cementerio para dar por zanjada una promesa y despedirse de los fantasmas de su infancia. 

“Se trata de un libro entretenido y variado, con estilos y registros muy diferentes, en el que cada autor se expresa libremente, manteniendo un decoroso respeto hacia los personajes y a los hechos reales que originaron tanta desolación”, apunta Pilar Galán, prologista del libro.

En uno de los cuentos, los olivos conversan y se preguntan “¿Por qué morirían?” y se contestan “¿Quién sabe? En cualquier caso, unámonos en un homenaje a todos ellos (…) Por el este llegó entonces una fuerte ráfaga de viento, y ramitas de olivo, como ofrendas, se desprendieron de las ramas de aquellos que no saben de diferencias raciales o políticas, de credos religiosos o de guerras”. //

Veintiséis olivos. Ficciones inspiradas en el Cementerio Alemán de Yuste. Tallertulia. Patio de Escritores, Jarandilla de la Vera (Cáceres), 2013. ISBN 978-84-616-4234-2