«No puedo vender un queso sin saber de dónde viene, como se ha preparado y ¡hasta cómo viven las cabras!»
«Mira este queso, es untuoso, una cualidad que le da la leche cruda, y este está perfilado con pimentón, te va a encantar». Manuel Jaramillo es un apasionado de los productos locales y un gran conocedor de una de las riquezas de la gastronomía verata: el queso de cabra. En la tienda familiar, un pequeño supermercado situado en la Calle Real del precioso pueblo de Valverde de la Vera, ha montado un rincón de productos gourmet de diferentes localidades cacereñas. Son productos que destacan por ser elaboraciones artesanales, producidas exclusivamente con materia prima local. En las antiguas cajas de cosechar fruta de su abuelo, restauradas para formar unas elegantes estanterías, se ofrecen una amplia variedad de suculentas viandas, todas seleccionadas con esmero: aceite de oliva ecológico, mermeladas del Guijo, espárragos blancos de la Vera… chorizos y embutidos ibéricos. Pero sin duda, la estrella de este apetitoso rincón, es el queso. En estos momentos tiene unos treinta tipos de quesos, y la gran mayoría son de cabra.
Lo que más le apasiona a Manuel es hacer catar sus quesos. «Según lo que me cuentan los clientes que entran en la tienda, por las preguntas que me hacen, ya sé qué tipo de queso les va a gustar ». ¡Y nunca falla!
Taxista de profesión, Manuel ha ido desarrollado este don para llevar al cliente a un viaje por una gran variedad de sabores. La clave reside en su interés por aprender de las pequeñas queserías artesanas. Pocos vendedores de la zona, conocen con detalle el proceso de fabricación de los quesos como él. «No puedo vender un queso sin saber de dónde viene, como se ha preparado y ¡hasta cómo viven las cabras!», asegura Manuel, que a lo largo de los 25 años de trayectoria como comerciante de quesos, ha creado un estrecho vínculo personal con muchos de los productores locales.
Desaparece, y al momento vuelve plato en mano con unas cuñas cortadas de queso de cabra curado con aceite de oliva de la marca Delicias del Tiétar. «Este queso es 100% artesanal y tiene una producción limitada. Estas cabras pastan en libertad por los campos de la Vera, a pocos kilómetros de Valverde. Es una delicia y como es artesanal, hecho a mano, su sabor nunca es el mismo, depende de lo que comen las cabras en cada estación del año. ¡Es una maravilla!», explica con una amplia sonrisa Manuel. Otra de las joyas de su cuidada selección, son los quesos de Granadilla, que destacan por elaborarse con leche cruda y muchos de ellos son de pasta blanda. «Son quesos de una untuosidad increíble, con poca lactosa, como el Pimentonero, que es un semifresco y parece casi un yogur ». Entre los más vendidos, están el Carbonero con carbón vegetal, el Granazul, un queso afinado de pasta azul y el afinado con vino tinto.
«Cualquier amante de los quesos puede encontrar un queso que le guste, pero igual de importante también es saber comerlo»
En exposición, se encuentran una amplia muestra de quesos elaborados por las dos grandes queserías de la Vera, la de Losar y la de Villanueva, pero también otros quesos como el de Acehuche, el varias veces premiado Silva Cordero de pasta blanda, única torta de leche de cabra, al estilo Torta del Casar.
«Cualquier amante de los quesos puede encontrar un queso que le guste, pero igual de importante también es saber comerlo», asegura Manuel. Este catador de queso siempre aconseja a los visitantes, sobre todo a los viajeros de fuera, como preservar el queso.
«Un queso evoluciona con el tiempo y el calor. Para apreciar realmente un Torta de Casar de leche de oveja merina, hay que dejarla fuera de la nevera un día antes de su consumo y protegerlo de las moscas con un trapo o por ejemplo un queso curado hay que untarlo en aceite y luego conservarlo en film transparente». Acompañado de un pan de leña y de un vino de las bodegas de Extremadura o de un pitarra de la zona, el viaje al mundo del queso está asegurado.
Tienda:
SuperAhorro Jaramillo, Calle Real, 7.
Valverde de la Vera
Abierto de lunes a domingo.