De repente, una vegetación exuberante en el centro de España

Autor Diane Cambon
Jara en flor en La Vera de Gredos

«Esto es un paraíso!»

Al llegar a La Vera de Gredos, lo que más sorprende al visitante es la exuberancia de la naturaleza que le rodea. «Esto es un paraíso!», suele añadir el forastero al dar sus primeros paseos por el campo. Pocos lugares de España, ofrecen una variedad y riqueza vegetal tan impresionante en un espacio tan delimitado, no más de 888 km cuadrado!

Gracias a su situación geográfica -en las estribaciones de la cara Sur de la Sierra de Gredos-, a las diferencias de altitud, al microclima y a los cursos de agua, podemos encontrar variados pisos y estratos de vegetación. Se calcula que solo en la sierra de Losar de la Vera hay 1400 especies vegetales diferentes, tantos de herbáceas como arbóreas y arbustivas. Esta gran variedad y riqueza vegetal forma un paisaje deslumbrante: robledales, olivares, pinares, jarales, praderas, collados, tierras de secano, de regadío, huertas de frutales subtropicales…

Robledal en La Vera de Gredos
Garganta con poza en La Vera de Gredos

Paisajes salpicados por aguas cristalinas que traen las 47 gargantas, ríos, arroyos y canales que riegan la tierra y que forman pozas naturales entre piedras de granito donde refrescarse en verano. El rio Tiétar, que delimita el extremo sur de la Vera, recoge esas aguas de las gargantas veratas, manteniendo su caudal todo el año.

La Vera está compuesta por tres ambientes naturales distintos: el pie de monte verato, parecido a un bosque mediterráneo, las laderas de Gredos que constituyen vergeles emboscados y las cumbres meridionales de la Sierra de Tormantos, cuna del agua.

En invierno, las cumbres de la Sierra de Tormantos suelen estar cubiertas de nieve que puede mantenerse hasta mayo. Desde los 1.000 metros hasta los 2.591 metros del Almanzor, el pico más alto de la región, entramos en el reino de la cabra montés, águila real, halcón peregrino y buitre leonado. Los terrenos se cubren de piornos amarillos, escobonales, brezos y más arriba descubrimos pastizales altimontanos con cortados graníticos de vértigo.

El paisaje se suaviza en las laderas de Gredos. Son extensos bosques de robles, castaños centenarios y zonas de matorrales, donde surgen olivares y cerezales.

Pico Almanzor desde Rosarito
Chorro de la Ventera

Se puede encontrar variedad de árboles de gran interés como el tejo o el roble carballo. Las laderas están surcadas por gargantas que forman charcas naturales, refugios idóneos para la trucha autóctona, el lagarto verdinegro o el desmán ibérico, un tipo de topillo. También podemos toparnos con impresionantes cascadas como el Chorro de Ventera en Villanueva de la Vera con más de 80 metros de caída libre.

La Vera de Gredos es también una dehesa con encinas, alcornoques, pinares, praderas de heno donde el agua, protagonista emblemático de la zona, transcurre dejando arroyos y charcos, que permiten también la concentración de varios cultivos como el tabaco o el pimiento.

Lagarto verdinegro
Desmán ibérico

Pero, este ecosistema es frágil. Muchos defensores de la zona intentan proteger este paraíso trabajando para que esta zona sea declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, ya que reúne todos los requisitos, además de estar rodeado de dos reservas importantes como la de la Sierra de Béjar y el parque de Monfragüe.