Una mañana de miércoles en la panadería de Las Pepas, rodeados de alboroto y tintineos de cucharas contra tazas de los vecinos de Villanueva de la Vera, hablamos con María Calero sobre su último corto documental “Patria Chica”, ambientado en Villanueva y presentado en el auditorio el diciembre pasado. María es de aquí, al igual que su familia y amigos, y se ha criado en las calles y la plaza del pueblo.
“El pueblo es mi sitio, aquí soy muy feliz. Pero como todo el mundo tuve ese momento de me quiero ir de aquí. Tenía claro que quería estudiar una carrera. Era lo que siempre había visto a mi alrededor”.
María estudió comunicación audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos I de Madrid y después un máster en Cine Documental y Reportaje Periodístico Transmedia en la Universidad Carlos III, realizando sus prácticas en RTVE. Pero en 2020, cuando empezó la pandemia, regresó al pueblo para estar con su familia.
“Me di cuenta rápidamente de la libertad que tenía aquí. Fue entonces que supe que quería vivir en el pueblo. Soy consciente de que trabajar en cine aquí es difícil, pero puedo decir que también es difícil en cualquier otro lugar. Estoy muy contenta de haber cambiado mi mentalidad”.
María regresó a Madrid para finalizar sus estudios, pero con una renovada perspectiva de futuro. Para su TFM (Trabajo Fin de Máster) realizó un corto documental, filmado, editado y producido por ella misma y protagonizada por sus familiares y amigos de Villanueva de la Vera. “Patria Chica” explora las diversas perspectivas hacia la vida en el pueblo, el desplazamiento a las ciudades y el retorno al hogar. La generación más joven, de los cuales muchos han emigrado a las ciudades, hablan de la presión de marcharse y el deseo de quedarse. Plantean un posible futuro para la juventud en los pueblos, una vida distinta a la ciudad, pero no por ello menos arraigada a la cultura o menos ociosa.
“Es una realidad que ahora estamos volviendo todos al pueblo, mucha gente joven, y está cambiando el ambiente del pueblo. Pero hay muchísimas cosas que mejorar para que los jóvenes podamos tener un futuro aquí, y yo creo que es una tarea de la que nos tenemos que encargar los mismos jóvenes”.
El documental muestra un sentimiento colectivo y anima a que la gente joven vuelva al pueblo para así, entre todos, sacar adelante nuevas posibilidades laborales y mejorar la vida rural para el futuro de los pueblos sin perder sus costumbres y su identidad.
“Somos las personas que mejor conocemos el pueblo porque nos hemos criado aquí y sabemos como queremos el pueblo porque conocemos sus movimientos, y sabemos cuál es la forma de mejorarlo sin desvirtuarlo. Es responsabilidad nuestra hacer que el pueblo crezca como debería crecer”.
“Patria Chica” es una oda a la vida de campo y un reflejo de una juventud actual que añora volver a él, un sentimiento que se extiende más allá de La Vera y que se puede apreciar en el cine español de los últimos años como en “Alcarràs” de Carla Simón, “As Bestas” de Rodrigo Sorogoyen” o “Lo que arde” de Oliver Laxe, que también hablan de la integración de la cultura cosmopólita en la vida rural tradicional.
